martes, 25 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad estimados amigos!

¡FELIZ NAVIDAD!


Dejo este breve post, sólo para dejarles a todos, un mensaje de paz y felicidad en este importante día, en el que recordamos (según los cronologistas modernos, con los cuales no estoy de acuerdo) unos 2012 años del nacimiento de Jesucristo Nuestro Señor, el Hijo Único de Yahvéh el Padre. Yo creo que en realidad, la historia humana, tiene menos de mil años, así que hoy en realidad debe hacer cerca de unos mil años del nacimiento de Cristo, el Mesías, que algún día irá a volver.
Pero ésta es la realidad en nuestro mundo (universo) esférico, pero con una tierra plana, tapada con una bóveda celeste, creada por Dios y abajo hay una anti-bóveda, formando dos hemisferas, es decir una esfera completa, que nos encierra en este mundo material. Quién sabe lo que hay más allá, seguramente se encuentra el llamado "más allá"; abajo de la tierra, tenemos a los cuatro elefantes y la tortuga gigante, según la mitología hindú, y el infierno según la Sagrada Biblia. 
El hecho, es que hoy, aunque quizás no sea la fecha exacta, es la fecha en que la Iglesia de Cristo (que hoy no está representada por el Vaticano II, sino por los verdaderos fieles cristianos católicos) eligió para conmemorar el aniversario de Nuestro Señor. 
Lamento que mucha gente se haya creído lo del 21/12/2012, que en realidad no pasó de una malinterpretación de las profecías mayas; ni el mundo se destruyó ni comenzó una "Nueva Era", sino que según los mayas, simplemente se terminaba su calendario de cuenta larga. Recordemos que sólo el Padre que está en los cielos, sabe exactamente la fecha y hora exacta de la destrucción del mundo, que algún día llegará, porque todo lo que es material, perecerá tarde o temprano, sólo lo espiritual es eterno y permanente; pero esa fecha y hora, ni siquiera el Padre se la confió a su Único Hijo Jesucristo, del cual hoy conmemoramos otro aniversario más. 
¡Feliz día, Señor Jesús! ¡Gloria eterna al Niño Jesús, nuestro Rey y Señor!

Una Navidad Imperial...



¡FELIZ NAVIDAD A TODA MI FAMILIA, A MIS FAMILIARES, AMIGOS Y SEGUIDORES DE ESTE HUMILDE BLOG CRISTIANO TIERRAPLANISTA! 

¡LA TIERRA ES PLANA! MIREMOS A NUESTRO ALREDEDOR Y VOLVAMOS A DIOS....

¡FELIZ NAVIDAD, HERMANOS!

1 comentario:

Portus Ciervo de Dios Céltico dijo...

“Gaudete in Domino semper”, “Estad siempre alegres en el Señor” (Flp 4, 4). Con estas palabras de san Pablo se inicia la Santa Misa del III domingo de Adviento (Domingo de Gaudete). El Apóstol exhorta a los cristianos a alegrarse porque la venida del Señor es segura y no tardará. San Pablo está hablando de su segunda venida gloriosa pero la iglesia acoge esta invitación mientras se prepara para celebrar la Navidad (Or. Colecta).

“Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios [...] Viene a salvaros” (Is 35, 4). La primera lectura es una profecía mesiánica que, si infundía confianza en sus primeros destinatarios, más aún en nosotros que hemos conocido su cumplimento en la verdadera y definitiva salvación, realizada por Jesucristo.

En el Evangelio (Mt 11, 2-11), Jesús, respondiendo a la pregunta de los discípulos de Juan Bautista, se aplica a sí mismo lo que había afirmado Isaías: Él es el Mesías esperado: “los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la buena nueva” (vv. 4-5).

La razón profunda de la alegría de que hoy nos habla la Liturgia es que en Cristo se cumplió el tiempo de la espera y Dios realizó finalmente la salvación que había anunciado a nuestros primeros padres después del pecado original, cuando les prometió “un Salvador (el Mesías), que había de venir a librar al género humano de la servidumbre del demonio y del pecado y a merecerles la gloria. Esta promesa la fue Dios repitiendo en lo sucesivo otras muchas veces a los Patriarcas y, por medio de los Profetas, al pueblo hebreo” (Catecismo de San Pío X).

Anunciado en primer lugar a los hijos de Israel, este reino mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas las naciones: “en vuestro poder está el alcanzarlo; porque todo hombre que sea justificado por la fe y la gracia de Jesucristo y que esté adornado con las virtudes, puede alcanzar el reino de los cielos” (San Cirilo, in Cat graec. Patr.). Por el reino de Dios “comienza y acaba toda la predicación del Evangelio. Porque por él empezó San Juan Bautista a exhortar a penitencia, diciendo: "Haced penitencia, porque se acerca el Reino de los cielos", Y el Salvador del linaje humano por ahí también dio principio a su predicación… Después mandó a sus Apóstoles predicar este mismo Reino” (Catecismo Romano).

“Ya está el Reino de Dios en medio de vosotros” (Lc, 17, 21) Por reino de Dios entendemos un triple reino espiritual: el reino de Dios en nosotros, que es la gracia; el reino de Dios en la tierra, que es la Iglesia Católica, y el reino de Dios en el cielo, que es la bienaventuranza.

Con las palabras venga a nosotros tu reino pedimos en el Padre nuestro, en orden a la gloria, ser un día admitidos en la bienaventuranza, para la que hemos sido creados y donde seremos cumplidamente felices.